sábado, 16 de septiembre de 2017

Juventud.

El viento me rumorea
tus palabras cariñosas,
incluso se alardea
de nuestras vivencias locas,
que mantuvimos unidos
silenciando nuestro amor,
muchas veces escondidos,
por nuestro infantil rubor.
Solo tú y yo disfruamos
de nuestras intimidades,
los dos reimos, lloramos,
en nuestras cortas edades.
Delirio de juventud,
muy intenso, pero puro
por su inmensa magnitud,
aunque a veces, también duro.
Me gusta rememorar
las delicias del pasado,
que me ayudan a alegrar
lo que siempre fue sagrado.

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