Cuidadora.

Ha vuelto del veraneo
la persona titulada
que hace un mes no veo.
¡Ya me siento acompañada!
Mi querida cuidadora
que tanto he añorado,
mi buena administradora,
que pronto me ha consolado.
Su sustitución me trajo
pena e intranquilidad,
cada día, a destajo,
que hundió mi debilidad.
Es mi amiga y mi consuelo,
ya nada mas necesito,
lo sucio lo tiré al suelo
y mi hogar está bendito.
Alguna vez, me impliqué
en temas desconocidos,
a priori, confié
y salieron  retorcidos.
En exceso confiada,
siempre lo fui y lo seré
y, a veces, perjudicada,
aunque pronto lo olvidé.
Cada uno es como es,
el espíritu no cambia
y no se vuelve al revés,
aunque siempre te de rabia.