Si la vida me defiende
contra un volar cercano,
quizás sea porque comprende
que pudiera estar lejano.
Yo me veo muy satisfecha
en mi ambiente, en mi hogar
y sin pensar en la fecha
que me aleje a otro lugar.
Por fortuna, jamás pienso
en ese adiós que vendrá:
estoy bien en este censo,
aunque sé que llegará.
Me muevo feliz, dichosa,
con mi discapacidad ,
sin pensar en otra cosa
que no sea continuidad.
Me siento bien premiada
por mi gran longevidad
y también agasajada
por no se qué, en verdad.
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