Inocencia.

Pienso en un mas allá,
no por miedo ni inminencia,
pero la ignorancia vá
a superar la inocencia.
La  sabiduría es inmensa,
pero algo está vedado
y otro tema te compensa,
aún siendo inadecuado.
Para mí, sería importante
saber lo que hoy no sé.
el gusanillo picante
se atreve y no sé por qué.
Quizás, "en ascuas" estoy,
a pesar de mi intención,
de saber a donde voy,
sin ninguna presunción.

Evolución.

Se acabó el amor, pasito a paso,
cuando la ilusión se había acabado,
porque el tiempo lo había enterrado,
o la simbiosis voló al ocaso.

Acostumbra a ser nuevo este fracaso
y, por consiguiente, aceptado,
entre ambos y será valorado,
para luego, volver al mismo caso.

Todo evoluciona en la vida,
lo que antes erróneo parecía,
ahora es natural, no desmedida.

Los afectos cambian de día en día,
y, hoy, la lección esta aprendida,
pero el sufrimiento no varía.

Declive.

En el otro estás pensando,
que sabes bien no te amaba,
que te estaba engañando
y la vida te arruinaba.
Olvídalo de una vez,
porque no te merecía
y ha ahondado en tu vejez
y, "a propio gusto", te hundía.
Piensa en tu salvación,
en tu libertad perdida,
se merece compasión
y aférrate a mejor vida.

Para Montse.

Su misión es inédita
su trabajo, admirable
y su calidad congénita,
es del todo envidiable.
Admiro su simpatía,
que derrocha en abundancia,
natural, día tras día,
apoyada en la constancia.
Su figura es excelente,
en  cuanto al exterior
y su bondad, evidente,
si hablamos de su interior.

Gallardía.

La palabra gallardía
significa alma sana,
es construir, día a día
una andadura ufana.
El gallardo, asegura
que su valor es sincero
y, en el fondo, nos augura
que es preciso y verdadero.
De conciencia y dignidad,
sin alarde de potencia,
con símbolos de humildad,
aunque sea un héroe en esencia.
Su protección es completa,
propia de seguridad.,
importante y discreta,
hacia la humanidad.

Linda flor.

Eres la flor de la vida,
por tu impecable belleza,
por tu honor y entereza,
entre todas, la elegida.
Con una innata fragancia
imposible de igualar,
aunque se intente imitar,
tú redoblas la elegancia.
Pero  lo mas importante
es tu talento, tu mente
y tu sonrisa frecuente,
eso si es interesante.
Como el junco, te cimbreas
y como nadie te mueves,
te comportas como debes
y de nada alardeas.
En vez de recibir, das
porque eres dadivosa,
aparte de cariñosa,
moviéndote al compás.
Tu recato y dignidad,
en silencio, los pregonas
y la maldad la sancionas,
con tu gran sinceridad.
Como un ángel en la tierra,
te mueves, sencillamente,
como muy poquita gente,
la mayoría, la yerra.

Engaño.

Te engañan con un lenguaje
correcto, disciplinado,
para que enseguida encaje
y, luego... te han engañado.
Te das cuenta en tu casa,
cuando no hay remedio,
ya has deshecho la caja
y te han escondido el medio.
Hay talento para todo,
en especial, si es obtuso
se convertirá en lodo,
que suele ser muy confuso.
No vale la confianza
si de un de un "don nadie" se trata
y evita esta alianza
que te prohibe la cata.

Hoy.

Lo que el dia nos propone
después de haberlo estudiado,
el trabajo que se impone
debe de ser realizado.
Es una cuestión propensa
a una fácil realidad,
mas segura, menos tensa,
con cierta arbitrariedad.
Acéptala, en justícia,
porque antes se ha aprobado,
aunque fuese una primicia,
no te habrás equivocado.
La seguridad es la llave
de debido cumplimiento,
acéptala como llave,
no tendrás remordimiento.

Juguete.

He andado mas de lo justo
en tan solo "un periquete",
aunque lo haya hecho a gusto,
para comprar un juguete,
para Mateo, mi bisnieto,
que es un solete en  mi vida,
siendo para él, lo acepto,
aunque me sienta dolida.
Un capricho para él,
siempre será un mandato,
aunque fuese un papel,
me resultaría grato.
Amor, don de privilegio,
para saberlo entregar,
es lo mejor, lo más regio,
lo que hay siempre que dar.

Espera.

Espero com una loca,
destrozada de inacción,
mi paciencia queda poca,
se enciende mi corazón.
Una hora, exactamente,
ha sido mi desespero,
sufriendo constantemente,
en un impás verdadero.
La duda es la que mata,
por no saber qué ha pasado,
es  como una importante "lata"
que te deja anonadado.
Menos mal que el resultado
fué feliz por buena causa
y quedó soluciona,
pero me hirió la tardanza.

Albores.

Cuantas veces he luchado
por seguir la educación
que mis padres me habían dado,
con amor y devoción.
Porque el diablo trabaja
con sus obras perniciosas,
revolviendo hasta la paja
hasta volverlas odiosas.
La paciencia y el tesón
son las armas necesarias,
incluyendo la razón,
para poder sortearlas.
Siendo débil, en princípio,
la fuerza la artesonas
despreciando cualquier vício
y el desdén de las personas.
Hay que estar "ojo avisor"
de acuerdo con la conciencia,
para encontrar el valor
de cultivar la decencia.

El cuento.

Ahora me inclino por cuentos,
como los niños pequeños,
así paso los momentos
como si estuvira en sueños.
De jardines prodigiosos,
llenos de lagos, de floree,
de olores maravillosos
y exóticos olores.
No faltará la princesa,
ni el príncipe enamorado,
ni la bruja con su presa,
llena de odio frustrado.
No orillaremos la boda,
porque fué sensacional,
como una preciosa oda
en un palacio real.
Con sus músicas y danzas
de los súbditos felices,
repletos de alabanzas.
¡No faltaron las perdices!

Cupìdo.

Ví  a Cupido, sin querer,
como me pasó aquel día,
que sin andar, sin correr
me surgió en el autobía.
Fué una mirada intensa
que me cegaba la vista,
quizás para mi defensa,
porque no estaba prevista.
Obviando su mirada,
me acerqué hasta la puerta,
con mi cara sonrosada
y cuando estuvo abierta:
como no se  retiraba,
le pregunté ¿baja usted?
y al momento contestaba:
"cuando baje..., bajaré".

Calor.

El calor es asfixciante,
para mí, demoledor,
llamémosle estresante
y se espera lo peor.
Jamás me gustó el verano,
incluso en mi juventud,
pero tenía el mar cercano,
que movía mi selectud.
Podía disfrutar del baño,
de sus playas de su luz,
nada me hacía daño,
al contrario, era salud.
Hoy, la arena se resiste
para dar un paso al mar
y el sol también insiste
en que me puedo quemar.
Todos son inconvenientes
y, ni siquiera, lo intento,
porque suelen ser frecuentes;
con un paseo me contento.
Ahora ni lo pretendo,
me lo impediría el calor,
y me quedo escribiendo,
que será la idea mejor.

Para tí.

Sufro por tu impaciencia
esperando mi llegada,
Lo siento, pues mi conciencia
está también consternada.
Lo importante es nuestro amor,
que late con desespero,
tan dulce como la flor
que domina al mundo entero.
En el etéreo paraje
donde estás acomodado,
supongo que el lenguaje,
conmigo, no habr´cambiado.
Y seguiremos atentos,
para reunir nuestras almas,
tan dichosos, tan contentos,
enarbolando las palmas.

Para Araceli.

Araceli: eres un cielo,
que polula por la vida
como un exquisito vuelo,
con alegría expresiva.
Tienes un don especial
que alegra mi senectud,
como un algo singular
que demuestra tu virtud.
Te ofrezco mi amistad,
que muy bien te la mereces
por tus rasgos de humildad,
que reconozco con creces

Pena.

Hay gente que vive en pena
por la muerte de su amor
y ella misma se condena
 viviendo con su dolor.
Desequilibra su mente
con un solo pensamiento,
que fluye constantemente,
sin respetar ni el momento.

Soledad.

La soledad te destruye,
vivir con "alguien" no basta,
para paliarla se huye,
sin querer, hacia tu casta.
Necesitas sus carícias,
tenerlos en tu presencia
y, sin ellos, ya te vicias
a respirar la otra esencia.

El tiempo.

"El tiempo pasa volando",
un dicho muy popular
y para mí, despreciando
ese vuelo singular.
Así años voy sumando,
sin riesgo a mi alrededor,
soplará sin saber cuando,
me está haciendo un favor.

Alardeo.

Alardear  es costumbre
en personas fanfarronas,
para que su ego alumbre
se vuelven muy machaconas.

Falsos amores.

Atraía por su aspecto,
por su elegante exterior,
sin embargo, el concepto
cambiaba por su  interior.
Le fué fácil encumbrarse
por su excelente apariencia,
para luego revertirse
en profunda indiferencia.
Engañaba con su estilo,
por sus mentiras correctas
y ponía el alma en vilo
con sus frases predilectas.
Mentía con elegancia
y con sus frases ocultas,
que descubrían su arrogancia
entre jóvenes y adultas.
Se le descubrió "el plumero",
que estuvo bien ocultado
y se perdió hasta dinero:
así quedó desahuciado.
Somos reos de la maldad,
normalmente encubierta,
con harta facilidad:
recomiendo "ojo alerta"