Cuantas veces he luchado
por seguir la educación
que mis padres me habían dado,
con amor y devoción.
Porque el diablo trabaja
con sus obras perniciosas,
revolviendo hasta la paja
hasta volverlas odiosas.
La paciencia y el tesón
son las armas necesarias,
incluyendo la razón,
para poder sortearlas.
Siendo débil, en princípio,
la fuerza la artesonas
despreciando cualquier vício
y el desdén de las personas.
Hay que estar "ojo avisor"
de acuerdo con la conciencia,
para encontrar el valor
de cultivar la decencia.
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