domingo, 11 de agosto de 2019

El cuento.

Ahora me inclino por cuentos,
como los niños pequeños,
así paso los momentos
como si estuvira en sueños.
De jardines prodigiosos,
llenos de lagos, de floree,
de olores maravillosos
y exóticos olores.
No faltará la princesa,
ni el príncipe enamorado,
ni la bruja con su presa,
llena de odio frustrado.
No orillaremos la boda,
porque fué sensacional,
como una preciosa oda
en un palacio real.
Con sus músicas y danzas
de los súbditos felices,
repletos de alabanzas.
¡No faltaron las perdices!

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