Eres la luz de mi casa,
que, con tu amor se ha encendido
y casi, casi, rebasa
mucho mas de lo pedido.
Si te busqué con deseo
de suplir, tan solo un mes,
a Katya, en su veraneo,
lo has suplido, y lo ves.
Tu cometido es cuidarme
y lo haces a conciencia
y mucho más, respetarme,
con una enorme paciencia.
Casi estamos empezando
a vivir el mismo ambiente,
y así seguirá avanzando,
con caracter sonriente.
La horma de mi zapato,
creo que ya la encontré
y con agrado la acato;
ya sé el cómo y el por qué.
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