Muchas veces, me cruzaba
contigo, en mi camino,
hola y adiós nos bastaba
a seguir nustro destino.
Hoy, te he vuelto a encontrar,
en el umbral de la vida,
nos hemos parado a hablar,
de forma muy distendida.
Me costó reconocerte,
por los años transcurridos,
pero encantada de vertre,
al alegrar mis sentidos.
Ha habido conversación
de dicha, de desencanto
y ha venido a colación
nuestro adiós, de vez en cuando.
Una insignificancia
se nos grabará en la mente
por la extraña concordancia
de unos dias, solamemte.
.
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