Cada vez me doy mas cuenta
que me estoy deteriorando,
mi pavor, se acrecenta,
para, casi, estar llorando.
Hablo tan bajo, tan quedo,,
que es difícil que se entienda,
ni esforzándome puedo,
nada aumentará mi veda.
Aún no he asimilado,
ni quisiera recordarlo,
que es lo normal en mi estado,
¿para qué tanto aventarlo.
Ni el otorrino me anima,
¿como voy a animarme yo?
el conjunto me domina
y mi esfuerzo se acabó.
Soy lo que soy, nada más
y no ha de haber confusión.
no me olvidaré jamás,
sería una aberración,
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