El viento.

Solo una vez, oí silbar al viento.
Su furia, sin respeto, me azotó,
no pude sujetarme, me envolvió.
Una extraña experiencia, en un momento.

Si la tuve guardada, hoy, la cuento,
porque, notablemente, me afectó,
la osadía que, el viento, me ofreció.
Lo que quise llamar, un gran evento.

Aunque mal lo pasé, muy angustiada,
vi el gran poder de la naturaleza,
que me dejó atónita, admirada.

Espectáculo, de enorme dureza,
del que parte formé, anonadada,
pero estampa real, de gran belleza.

"Los 40"

"La vida empieza a los cuarenta"
Mi experiencia, así lo ha contactado.
Ese viejo refrán, me ha demostrado,
que es una realidad, me he dado cuenta.

A partir de esta fecha, se acrecienta,
la experiencia, que se ha almacenado,
entre todos los años del pasado,
y, con gran lucidez, se nos presenta.

Valoramos la propia realidad.
Nuestro temple, está mas ordenado,
y gozamos de nuestra entidad.

Cuando decimos sí, lo hemos pensado.
La duda no nos cabe, es la verdad.
¡Todo nuestro saber, se ha afianzado!

Degradación.

Aprendí tantas cosas, en la vida,
de temas muy dispares, contundentes,
de cultura, del mundo, de las gentes,
gozando del ayer, agradecida.

Supe de las estrategia, dividida,
en diversos factores, divergentes,
del valor del misterio, de las mentes.
Esta diversidad, fue aprendida.

Los temas, ya no son, los que habían sido,
mermamos, con el tiempo, sin quererlo
y, en resumidas cuentas, se han perdido.

Hay que seguir viviendo, para verlo.
¿Donde está la cultura, a donde ha ido?
Algo debe quedar, para entenderlo.

Sueños.

Pensando en mi propio ego, me dormí.
En sueños, fui desgranando mi verdad,
en el transcurso del tiempo que viví,
por el rango, adquirido a mi edad.
Aprendí a inclinar mis sentimientos,
hacia ese bien, que aflora en nuestra mente,
por nuestros propios conocimientos,
que se han acumulado, hasta el presente.
Lo hostil, lo traduje en bonanza;
la luz de mis ojos, en belleza;
el desasosiego, en esperanza,
y la ambigüedad, en entereza.
Tantas cosas cambió mi subconsciente,
que me sentí, hartamente alagada,
pero, al despertarme, fui consciente,
de que fue, una teoría, amañada.
Mas, es bueno, creer que nuestro pecho,
goza de un, exquisito, privilegio,
para erigir, por su propio derecho,
lo que siempre anheló, un sortilegio.

Cambiar el pasado.

Cuantas veces, estando en la penumbra,
me veo iluminada, mentalmente,
por un rayo de luz, que, suavemente,
abre paso a la guía que me alumbra.

Sin saber el por qué, ella me encumbra,
hacia un mundo interior, mi subconsciente,
que graba lo anterior, en mi presente
y a rememorarlo, me acostumbra.

Lo idílico sería, retroceder,
los fallos que, en su tiempo, me macaron,
para poderlos, después, recomponer.

La verdad es, que si no se sacaron,
seguirán, en los estancos del ayer.
¡Solo, con mi utopía, se desbordaron!

Desolación.

Aquella noche, frígida, de invierno,
durmiendo entre pajas y rastrojos,
sin atreverme, ni a cerrar los ojos,
negra como pueda ser el infierno.

Todo me recordaba al averno,
por mi triste pensar en los despojos,
que envolvían mi cuerpo, a manojos.
El reloj no avanzaba, ¿sería eterno?

Pero, al amanecer, el sol brillaba.
Mi triste pensamiento, fue baldío.
¡Como me emocioné, como lloraba!

No contemplé, ni la lluvia, ni el frío
y, sin casi enterarme, ya bregaba,
a paso  acelerado, haca el desvío.

Gracias a la naturaleza.

Contemplando el mar, me extasío.
El lejano horizonte, me estremece,
y una estampa, divina, me aparece,
al surcar, por las aguas, un navío.

En esta situación, tan solo, ansío,
respirar esa brisa, que me mece,
en esa paz intensa, que adormece,
al susurro de las olas, en estío.

Se agradecen tan gratas sensaciones,
que iluminan todos nuestros sentidos
y despiertan enormes emociones.

Que, con grata ilusión, serán vividos.
Aún, siendo copia de repeticiones,
con alegría, serán recibidos.

Falsos quereres.

Si quieres vivir en el olvido,
lo respeto, vete a vivir, en pos
de tu soledad. No afectará a los dos.
Entre penas y glorias, te despido.

Nuestra unión, aunque hermosa no ha sido,
no mereció un repentino adiós.
Solo puede juzgarlo, nuestro Dios
y tu, por no lograr lo perseguido.

El de querer gozar de otros placeres,
fuera de nuestro nido, nuestro amor.
Yo no pude aceptar otros quereres.

Lo mucho es poco, a veces, crea dolor.
Serás libre, allá a donde fueres,
pero, siempre, tendrás un resquemor.

Estancos.

Si miramos al pasado,
vivencias, que han terminado,
ahí están,
en sus estancos, guardadas,
aunque no bien ordenadas,
pero, van,
surgiendo, en ciertos momentos,
acongojados, contentos,
para ver,
alguna escena, de antaño,
de gran amor, o de engaño,
de otro ser,
que enamoró nuestra alma,
con estrategia, o calma,
a la vez.
El promotor de la vida,
que nuestra mente no olvida,
a la vejez..
El que, ayer, marcó mi sino
y, hoy, en mi largo camino,
marcaré,
el futuro, que me espera,
si esta escabrosa era,
lo prevé.

Suspiro.

¿Por que suspiro, por qué?
Mi espíritu está en la cumbre
¿Será nostalgia o costumbre,
o, mas bien, recordaré...?
Me elevo hasta el infinito,
quizás, mas veloz que el viento.
Casi volátil me siento,
ante un placer indescrito.
Es un vuelo, plañidero,
tan sutil y extraordinario,
doble hermoso, por precario,
que remonta, desde cero.
A veces, he suspirado,
porque he querido llegar,
en mi gloria, o mi pesar,
hacia ese ser tan amado.
Al éxtasis, lo comparo,
por su enorme facultad,
de emanar felicidad,
con armonía y amparo.

Suspiro.

Por qué suspiro, por q

Calma.

¡Es dulce el atardecer!
Las angustias, las presiones,
mueren al anochecer.
Se acallan las tentaciones.
El silencio, se respeta,
se agradece la quietud
y la paciencia nos reta,
a un asomo de virtud.
El sueño, regulador
de las cuestiones, sería,
perfecto controlador,
de las tensiones del día.
Esa paz, maravillosa,
que, al espíritu, sosiega,
influye, mas que otra cosa,
en la calma que nos lega.
Soy feliz, porque respeto,
todo lo que Dios me ha dado,
una verdad, no es un secreto,
para ser reivindicado.

Para Pilar.

Eres el sol, que ilumina,
la cafetería "El Roble"
Te aprecio, como vecina
y por anfitriona, doble.
Te observo, tan diligente,
amable, cautivadora
que, entre toda la gente,
sobresale tu aureola.
También, tu feminidad,
esparce, a tu alrededor,
altruismo, humanidad.
Eres, en fin,....¡Un amor!

Tus olores.

¿Me estarás esperando, donde fueres?
Creo que sí. Estás siendo paciente,
En mi espera, alegre, mas, doliente,
te recuerdo, allá, donde estuvieres.

Cuando huelo tus ropas, tus enseres,
lo agradece mi olfato  y el ambiente.
Se estremece hasta mi subconsciente
paralizando todos mis aferes.

En tu ausencia, yo, comparto contigo,
mis sueños, ilusiones, mis labores
y, sin saber por qué, yo, te bendigo.

Hoy, en mi soledad, te brindo honores,
ya que, en mi caminar, solo persigo,
seguir con mis recuerdos, tus olores.

Holganza.

Se, muy bien, en donde estoy,
creo, que en punto muerto,
porque no se a donde voy,
pero, ¿llegaré a buen puerto?
Vivo en un costumbrismo,
nada cambia, día tras día,
guiada por espejismo,
y sigo la misma vía,
de consuelo, de esperanza,
de alegría y meditaciones,
envuelta en mi propia holganza,
de rimas, composiciones.
Divago, constantemente,
sobre el camino a seguir,
se deteriora mi mente,
ya que estrujo mi vivir.
Me ayuda el razonamiento,
para seguir en activo,
con propio conocimiento
y me alegra, porque vivo.
A cuestas con mi organismo.
los astros, me iluminan
y, fuera del pesimismo,
las flores, me encandilan.

El reloj de la vida..

El reloj de la vida, es taxativo,
va sumando momento, tras momento.
No puedes detenerlo, en un intento,
siguiendo su camino, obsesivo.

Siempre está en movimiento, en activo.
Se escapa tan veloz, como el viento
y eso es lo que me aflige, lo que siento,
porque, a mi larga edad, es excesivo.

Esa velocidad, me desespera,
porque, el final, lo tendré mas cercano,
y aminorará mi corta espera.

¿Por qué, si es corta, lucho en vano,
hallándome feliz en esta esfera?
¡Burda la pretensión, ¿Que es lo que gano?

Sabiduría.

He sabido arrancarle a la vida,
la experiencia que me dio los años
y guardarla, en distintos escaños,
apiñados, sin orden ni medida.

En el tiempo, todo se consolida
y se cubre de diferentes paños,
oscuros, relumbrantes, o extraños,
pero, todos, en agenda escogida.

Que lubrican el saber y la mente.
Agudizan cualquier conocimiento,
aunque, a veces, lo encontremos ausente.

Ahí están, para cualquier momento
y lo pasado vuelva a su presente,
con infinito mas entendimiento.

Cascada.

Hoy, me hallo en una gran cascada,
admirando su profunda belleza,
digno pregón de la naturaleza,
que resbala su agua almacenada.

Su visión, me mantiene anonadada,
pendiente de su flujo, su grandeza,
que calma mi tensión, mi alma reza,
ante tan magna estampa, relajada.

La espuma, alborota el ambiente,
con alegría y luminosidad,
manchada por un sol resplandeciente.

Todo mi bienestar, será consciente,
de este reflejo de magnanimidad,
premio a mi excursión, a mi presente.

Confusiones.

Nadando en un mar de sensaciones,
todas ellas, radiantes, melodiosas
entre nubes y pétalos de rosas,
me llenaba de dulces ilusiones.

Que convertía, mas tarde, en confusiones,
recordando el halago a las diosas,
llenas de adulación, mas, perniciosas,
propias de detestables relaciones.

Bajé del pedestal, con desencanto,
cúmulo de obsesión y falsedad,
desprovista de aquel oscuro manto.

Manchado de lujuria y vanidad,
que revierte en lágrimas y llanto,
interpuesto a la felicidad.

Rendimiento.

Si la vida nos dotara,
de entendimiento constante,
ineludible, arrogante,
poca cosa nos bastara.
Mas, ese poco, es bastante:
Es, no hallar monotonía
en nuestra andanza, la vía,
que nos llevará adelante.
Sería luchar con la mente,
con una ilusión constante,
con arrogancia elegante,
en el futuro y presente.
Dotar el conocimiento,
de fuerza y capacidad,
según estado y edad,
con máximo rendimiento.
Y, a la vida, sonreir,
omitiendo tus dolores,
por la abundancia de amores.
Nos dará un mejor vivir.
Disminuir los caprichos,
por el bien de los demás.
Aunque te insistan, jamás,
escuchar blasfemia y dichos.
Solo, dotar la conciencia,
de elevados sentimientos,
con la sonrisa, contentos.
Ahí estará la evidencia.
Se educa la inteligencia,
con extremada intención,
digamos, con devoción
al estudio y persistencia.
Donde la mente no llegue,
llegará la insistencia,
de conseguir en la ciencia,
sin que nada más, te ciegue.
Elevado resultado,
lo hallarás al final,
alto, espectacular,
que será el deseado