¿Por que suspiro, por qué?
Mi espíritu está en la cumbre
¿Será nostalgia o costumbre,
o, mas bien, recordaré...?
Me elevo hasta el infinito,
quizás, mas veloz que el viento.
Casi volátil me siento,
ante un placer indescrito.
Es un vuelo, plañidero,
tan sutil y extraordinario,
doble hermoso, por precario,
que remonta, desde cero.
A veces, he suspirado,
porque he querido llegar,
en mi gloria, o mi pesar,
hacia ese ser tan amado.
Al éxtasis, lo comparo,
por su enorme facultad,
de emanar felicidad,
con armonía y amparo.
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