Contemplando el mar, me extasío.
El lejano horizonte, me estremece,
y una estampa, divina, me aparece,
al surcar, por las aguas, un navío.
En esta situación, tan solo, ansío,
respirar esa brisa, que me mece,
en esa paz intensa, que adormece,
al susurro de las olas, en estío.
Se agradecen tan gratas sensaciones,
que iluminan todos nuestros sentidos
y despiertan enormes emociones.
Que, con grata ilusión, serán vividos.
Aún, siendo copia de repeticiones,
con alegría, serán recibidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario