Machismo.

¿Por qué, si ya no te quiero,
he de seguir junto a ti?
Si, nunca, fuiste sincero,
ni cuando te conocí.
Aguanté tus improperios,
hasta, incluso, tu violencia,
implacablemente, serios,
por tu mínima decencia.
Lloré, mucho, a tu lado,
esperando que cambiaras,
mas, tanto fue esperado.
que decidí te alejaras.
Te aferraste a tu poder,
viril y de fortaleza
y olvidaste tu deber.
¡Yo, recobré mi entereza!
Te quise, como a ninguno
y, por eso, te aguanté,
aún, siendo inoportuno,
vacío y falto de fe.
Adiós, con toda mi fuerza.
Aprende a rectificar,
para que no se te tuerza,
la mentira, al conquistar.

Timidez.

Era un adolescente,
tímido y entrecortado,
que pecaba de inocente,
¡Pero, tan enamorado!
Que no sabía demostrar,
su pasión, a la mozuela,
solo, la sabía mirar,
impávido, en la escuela.
Sin atreverse a entablar,
ni una conversación,
de los temas a estudiar.
¡Era tanta su emoción!
Solo, sabía pronunciar,
palabras entrecortadas,
difíciles de aclarar.
Estaban enmarañadas.
Pero, si, sabía vibrar,
su corazón, transparente,
porque no sabía encontrar,
más que ilusión, en su mente.
Hasta que llegó un día,
que otro se le adelantó,
mientras, él, se debatía,
y, sin su amor, se quedó...

Orgullo.

Tengo un jazmín floreciente,
de extraordinaria hermosura.
Por su impoluta blancura,
se muestra resplandeciente.
A las rosas, las bloquea,
ante su copiosidad.
Quiere ser él, en verdad,
el que mas flagrante sea.
Su orgullo, exacerbado,
le domina, por entero,
porque se siente el primero,
solo el único admirado.
Se expone majestuoso,
entre el resto de las flores,
presume de sus olores,
ante todas, vanidoso.
Entre el jazmín y la gente,
hago una comparación,
que me viene a colación:
¿Existe así alguna mente?

Miseria.

Me duele el alma, a través,
de niños desprotegidos,
enclenques, entristecidos,
que, en las pantallas, los ves.

Remuerde nuestra conciencia,
contemplando el mal, ajeno,
que introduce, hasta, veneno,
y terror, de intransigencia.

Solo, los cobija el cielo,
bajo su manto, divino,
para erradicar su sino,
hasta emprender el vuelo.

Influencia de la naturaleza.

¡Oh, cielo azul, que enturbia mis pupilas,
que preludias la lluvia y el trueno,
en desconcierto ligero, o pleno,
según el contratiempo, que perfilas!

En esta situación, me despabilas,
ante el perfil inesperado, ajeno,
que impide mi despertar, ameno,
por la falta del sol, que no iluminas.

La influencia de la naturaleza,
influye tanto en mí, que desvanezco,
ante el desnivel de su belleza.

Y, sin saber por qué, me entristezco,
y aminoras, mi débil, entereza.
Es la versión que, hoy, os ofrezco.

Nostalgia.

Pensando en tu amor, quisiera sentir,
el aliento, dulce, de tu respirar,
ese olor, sublime, que me hace soñar,
y que dio alegría a mi subsistir.

Vivo en la nostalgia de mi buen vivir,
y, entre cielo y tierras, quisiera yo, estar,
derribando el muro, para separar,
la inmensa distancia, que me hace sufrir.

El triste consuelo de mi soledad,
permanece oculto, en mi corazón,
reflejando el foco de mi ansiedad.

Esto, es lo culpable de mi desazón,
de mi estado, anclado en la ambigüedad.
De todos mis males, será la razón.

Calma.

El hacer, o no hacer caso,
de reveses, contratiempos,
es, simplemente, un atraso,
modela tus pasatiempos.
Sé, de tus dudas, constante.
y olvida las divergencias,
nada es tan relevante,
y, a veces, no son urgencias.
Entre todos tus deberes,
muchos pueden esperar,
no te agobie lo que hicieres,
algo hay que retrasar.
Con calma, todo se arregla,
y la ayuda de la mente.
Hay que acatar una regla,
que no enturbie tu presente.
Recomiendo, claridad,
al solucionar problemas,
con gracia y habilidad,
se aclararán los dilemas.
Después del tiempo vivido,
me gustaría dar lecciones,
de lo mucho que he aprendido,
en diferentes cuestiones.
Así, quiero hacerlo hoy,
(no se si lo habré logrado),
situarme donde estoy.
Por lo menos, lo he intentado.

Para Katia.

Me cuidas, con respeto y cariño.
Resuelves mis problemas, con talento,
igual que, con dulzura, mi lamento,
con esmero, como si fuera un niño.

A tus buenos modales, me ciño,
y acepto tu comportamiento,
por tu humildad y tu  sentimiento.
¡Eres sensacional, como el armiño!

Igual que es impoluta tu conciencia,,
encerrada en núcleo, transparente,
y envuelta en un halo, de decencia.

No habrá otra mejor, que se enfrente,
por tu saber hacer, por tu paciencia.
¡Por eso, te querrré, eternamente!

"Pataleo"

No es costumbre platicar,
sobre deberos internos,
lo normal, solo, es hablar,
sobre vínculos  modernos:
Del robot, día, tras día,
del mito extraterrestre,
de la luna, en fantasía,
que orbita nuestro presente.
En cuanto a normalidad,
me mantengo, simplemente,
no aspiro a calidad,
a aprobado, solamente.
En el ámbito social,
ni lo cuento, ni lo leo;
es un terreno arbitral,
que me lleva al pataleo.

¡Tanto... amor!

Me rodeo de tanta gente,
que me abraza, que me quiere,
que valoro, enormemente
cuanto a ello, se refiere.
Todos, están a mi lado,
¡con un amor, tan bonito!,
sin haberles, nada, dado
mas que un respeto infinito.
Se prodigan, demasiado,
sin saber cuanto y por qué.
La verdad, es que se han pasado,
es lo único que sé.
Me hacen la vida agradable,
incluso, con servilismo,
demasiado, incomparable.
Me ofende ese excesivismo.
¿Que mas puedo desear?
demasiado, a mi entender.
No tengo con qué pagar,
ese dulce proceder.

Soñar despierta.

Cuando el sol nubla mi vista,
en éxtasis me mantengo,
y me siento optimista,
por la gran suerte que tengo.
Sueño despierta, en el cómo,
de mi camino, a seguir,
y, a mi interior, me asomo,
dando rienda al subsistir,
que es monótono y sencillo
y le doy vuelta, al revés,
para actuar con mas brillo,
aunque lo altere, después.
No necesito contactos,
ni orientación, ni consejos,
me priman, solo, mis actos,
y del amor, sus reflejos.
Eso es, lo importante,
lo que prodigo, a diario,
que será un placer, constante,
sumamente, necesario.
Sin él, no sabría vivir,
es mi tema elemental,
que da empuje a mi vivir,
sabiamente, natural.

Soñar despierta.

Cuando el sol nubla mi vista,
en éxtasis me mantengo,
y me siento optimista,
por la gran suerte que tengo.
Sueño despierta, en el cómo,
de mi camino, a seguir,
y, a mi interior, me asomo,
dando rienda al subsistir,
que es monótono y sencillo
y le doy vuelta, al revés,
para actuar con mas brillo,
aunque lo altere, después.
No necesito contactos,
ni orientación, ni consejos,
me priman, solo, mis actos,
y del amor, sus reflejos.
Eso es, lo importante,
lo que prodigo, a diario,
que será un placer, constante,
sumamente, necesario.
Sin él, no sabría vivir,
es mi tema elemental,
que da empuje a mi vivir,
sabiamente, natural.

Saber vivir.

Hay que saber vivir, hasta el final,
y dar gracias a Dios, por lo que eres,
aunque seas la mitad de lo que fueres,
por sentirte orgullosa y cabal.

En sentido arbitrario y casual,
se podrían barajar muchos placeres,
dentro de la conciencia y tus deberes
con menos influencia sensual.

Cada nuevo día, lo bendigo,
y son muchos los que ya han pasado,
en el mundo, ideal, que yo consigo.

Entrañable, con un toque pausado,
que cubre la andadura que persigo,
en un ámbito alegre y sosegado.

Rotación.

Todo rueda, en el vacío:
las piedras, en las montañas,
en la dehesa, en el río,
las deteriora y las daña.
Ese rodar de la vida,
también afecta al amor,
en diferente medida,
todo gira, alrededor,
del continuo movimiento,
del sentir, de la emoción,
del tiempo del sentimiento,
del tic tac del corazón,
que gira, constantemente,
con diferente tensión,
como el fluir de la mente,
que cambia en su evolución.
La mentalidad, varía,
en nuestro, propio, organismo.
lo de hoy, ayer sería,
un profundo espejismo.

Mar brabío.

La marea del mar, me sobrepone,
ante su colorido, azul verdoso,
con un fuerte oleaje, sin reposo,
mi espíritu, sencillo, descompone.

Su majestuosidad, me predispone,
a vibrar de emoción, ante el coloso,
que ruge, descompuesto y nervioso,
jugando con el pavor, que impone.

Estampa, aunque dura, magistral,
que lucha con la lluvia y con el viento,
con estruendoso poder sentimental.

Me subyuga mi propio descontento,
ante su poderío descomunal,
que empaña, a los navíos, de lamento.

Mi yo.

Soy feliz...., porque lo soy,
como el amor lo suscita,
sea cual sea, a donde voy,
el que mi estado permita.
Poco, a poco, con paciencia,
hasta el fin, puedo llegar,
con plenitud de conciencia,
sin miedo a tropezar.
La mente, me favorece,
sabe ser, como aprendió,
no actúa como merece,
porque, el tiempo, lo segó.
No obstante, nadie complica,
mi bien estar, mi ilusión,
es intrínsico, no implica,
mi estado de comprensión.
Soy mayor, mas, positiva,
como la naturaleza,
y me mantengo objetiva,
ante tremenda belleza.
La valoro, doblemente,
porque de ella dependo,
cada día, en mi presente,
otra velita enciendo.

Flores.

Tengo, en mi casa,un jardín,
con innumerables flores:
rosas, claveles, jazmín,
y otras, de muchos colores.
Los "ibiscus," amarillos,
los rosados, colorados,
de espectaculares brillos,
al día, quedan marchitados.
Cactus, lirios y palmeras,
siempre, están resplandecientes.
Hortensias y enredaderas,
y otras tantas, mas corrientes.
Son lujo, para la vista,
que entran en la variedad,
de grupo ecologista,
bello, en su ambigüedad.

Dulce hogar.

Volví a mi dulce hogar,
recargada de ilusiones,
tras unos días, al azar,
de movida, en diversiones.
Fui feliz, como ninguna,
con mis seres mas queridos,
cual si estuviese en la luna,
en ambientes escogidos,
Y he vuelto, con optimismo,
quizás, mas extrovertida,
con inyección de altruismo,
y más rejuvenecida.
Un alto, en mi camino,
que ha dado luz a mi vida,
y alargó, tal vez, mi sino.
¡Gracias, quedo agradecida!

En el AVE.

Veo los viñedos, los prados,
los montes, los eriales,
infinidad de sembrados,
enormes, fenomenales.
Ya, que viajando en el AVE,
su ritmo es acelerado,
y, como muy bien se sabe,
el paisaje es variado:
mucha tierra y mucho cielo,
que entretienen los sentidos,
pregonizando el anhelo,
de recordar los vividos.
Un viaje, programado,
lleno de paz y alegría,
con entusiasmo, aceptado,
para mayor gloria mía.
Con multitud de ilusiones,
que creía, ya, vedadas,
mas, no, son compensaciones,
a las otras, ya acabadas

Personas dominantes.

Referente a situaciones,
hay manera de enfocarlas,
con arreglo a las versiones,
habrá que solucionarlas.
Mi visión, en este caso,
quizás, no sea aceptable,
es dar diferente paso,
a lo normal, razonable.
Por amor y educación,
no creas que desvaríes,
con cierta moderación,
los nóes, serían síes.
Respecto al entendimiento,
con personas dominantes.
debes tener mucho tiento
y cambiar las variantes.
Por no irritar su conciencia
y evitar sofocaciones,
disimula tu paciencia,
y acepta equivocaciones.
Vale la pena, aceptar,
cuestiones inconvenientes,
con el lema de acallar,
palabras impertinentes.
Es triste e inaceptable,
porque inhibes tu sentir,
pero, será compensable,
por llevar un buen vivir.
La paz, mitiga los males,
para la supervivencia,
y ser nobles y cabales,
enaltece la experiencia.