¿Por qué, si ya no te quiero,
he de seguir junto a ti?
Si, nunca, fuiste sincero,
ni cuando te conocí.
Aguanté tus improperios,
hasta, incluso, tu violencia,
implacablemente, serios,
por tu mínima decencia.
Lloré, mucho, a tu lado,
esperando que cambiaras,
mas, tanto fue esperado.
que decidí te alejaras.
Te aferraste a tu poder,
viril y de fortaleza
y olvidaste tu deber.
¡Yo, recobré mi entereza!
Te quise, como a ninguno
y, por eso, te aguanté,
aún, siendo inoportuno,
vacío y falto de fe.
Adiós, con toda mi fuerza.
Aprende a rectificar,
para que no se te tuerza,
la mentira, al conquistar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario