jueves, 27 de abril de 2017

Jovencita.

Tú ignoras, querida mía,
la esencia de la maldad.
En tu interior, no cabía,
mas que tu enorme bondad.
Pero, hoy, desgraciadamente,
con ella, has tropezado,
un símbolo eminente,
del dolor, que te ha causado.
Ahora, con tu experiencia,
sabrás obrar con la mente,
llena de clarividencia,
que reconoce la gente.
No seas tan benefactora;
primero, aprende el por qué;
si no, tú serás deudora,
del párrafo "no lo sé".

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