Desde el día que naciste,
seguí el curso de tu vida.
Muy cerca de mi estuviste,
hasta buscar tu partida.
Pero, siempre conservé,
tu bien hacer y tu encanto
y día a día, observé
como siguió tu adelanto.
"Pisco": amo tu entereza;
te apuntaste a defender
la miseria y la pobreza,
por bondad, como un deber.
Eres un gran mediador
de Teresa de Calcuta,
encomiable seguidor
de su obra y de su ruta.
Como padre, eres perfecto
y un marido ideal..
Todos pedimos tu afecto,
por tu "don reverencial"
1 comentario:
Gracias, pero inmerecidi
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