martes, 10 de octubre de 2017

Pérgola.

En una pérgola estoy,
convertida en un vergel,
donde mas a gusto voy.
Es un hermoso pastel
de toda clase de flores:
de claveles, de jazmines
y de rosas de colores,
cual hermosos querubines.
Como si el cielo ello fuera,
en medio de los hechizos,
que sin mirarlos, los viera,
entre enjambres movedizos.
Parecidos a una alfombra
de colores superpuestos,
irreales, como en sombra
divinamente dispuestos.
Fui feliz como ninguna
hasta el anochecer,
para contemplar la luna
como el broche de mi haber.

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