Hoy he soñado despierta,
pensando en ti, madre mía
y se me ha abierto la puerta
del amor que te tenía.
Te quise con desespero,
quizás con idolatría
y te traté con esmero,
con placer día tras día.
Mas, tengo el emordimiento
de que poco lo expresé
y me culpo y me atormento,
pensando que ahí fallé.
Tenía que haberte besado
mucho más que te besé
y haberte abrazado,
también más que te abracé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario