Tu enfermedad me alejó.
de tu vida, de tu lado
y angustiados nos dejó
tu amor desencadenado.
La distancia consiguió
enajenar nuestros sinos,
por lo que se dividió
nuestro amor en dos caminos.
El tiempo desenfrenado
por tu lapsus cerebral
y el mío desesperado,
dieron paso a un mal final.
Todo es efímero y vuela
como vuela el desespero
por cualquier grave secuela.
¡Lo nuestro... fue muy severo!
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