miércoles, 1 de noviembre de 2017

Larga vida.

Cuando la vida se aferra
a seguir pisando suelo,
pretende dar mucha guerra
antes de subir al cielo.
Quizás, yo me encontraré
en ese estado valiente
y, dispuesta, lograré
seguir, por suerte, consciente.
Entregada a mi labor,
sencilla, pero alumbrada
por el sol de alrededor
y la mente madurada.
Por la constante belleza
de los pájaros, las flores,
la inmensa naturaleza
digna de hermosos colores.
Me satisfago viviendo
amparada por la calma,
que me ayuda a agradecer
la orla que abriga al alma.

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