Equilibrio.

Se resquebraja el amor
cuando menos te lo esperas,
como una marchita flor
y entonces te desesperas.
¿Que hago, que debo hacer:,
sigo, deshago, espero,
quizá primero entender
o empiezo de nuevo a cero?
Difícil es la cuestión,
necesitaría pensar,
me enerva esta división,
debería multiplicar.
Palabras, solo palabras
que no conducen a nada:
lo mejor será que abras
esa conciencia encerrada.
Equilibra la balanza,
se justo, no ambicioso;
tanta retorica cansa,
¡te sentirías orgulloso!
Haz lo que tengas que hacer,
que es valerte de la ciencia
del amor, que es tu deber
y enriquece tu conciencia.

VIERNES SANTO.

 Estamos en VIERNES SANTO,
un día reivindicativo,
con su silencio y su llanto,
altamente imperativo.
La fe, sin querer, se enciende,
dándonos paso al dolor
y del fondo se desprende
un extraordinario amor.
Días lúgubres, en calma,
que te hacen reflexionar
a perdonar con el alma
cuanto te hicieron penar.

GRACIAS.

A los que me agasajan

por mi edad, por mi figura,

aunque yo se que no encaja

en mi, tanta donosura.

Me muevo entre mi gente,

llamemosle tertulianas, 

cada día tengo presente

nuestras versiones mundanas.

Entre todas, procuramos

enriquecer nuestras almas,

el cuerpo lo inclinamos

como se inclinan las palmas.

.Descanso.

Si supieras pajarito
lo que me gusta tu canto,
tu gorgeo tan exquisito,
!para todos, un encanto!
El campo me huele a hierba,
la mejor de las esencias,
la única que conserva
todas nuestras exigencias.
El silencio es ejemplar,
para paliar nuestras prisas.
Se necesita aspirar
otros aires, otras brisas.
Un descanso ideal,
entre cascadas preciosas
y un espacio magistral
lleno de pidras rocosas.

Presumir.

Si la  vida te sitúa
en un lugar adecuado,
no te preocupes y actúa
obediente y orientado.
Hay que ser respetuosos
con los signos interiores,
que pueden ser poderosos
en nuestros progenitores.
Todo cambia, todo gira
alrededor de costumbres
y la vivencia no aspira
mas que a la incertidumbre.
Solo puedes presumir
de dignidad y de honores
que se habrían de dirimir
entre nobleza y valores..

Nieve.

Ensimismada contemplo
la nieve, en su caída,
cual si estuviera en un templo
de blancura suspendida.
Una estampa tan hermosa,
como el fulgor de la luna,
como la flor de la rosa,
como un bebé en su cuna.
Si algo es bello, contemplarlo,
pues la mirada refleja
sensibilidad algozarlo
y al subconsciente despeja.

Alabanza.

Me acerco a Ti Señor, para alabarte
y darte gracias por mi vida entera.
Quiero vivir, tan solo, para amarte,
porque me toca a mi serte sincera.
Mi espíritu, cada día mas sensible,
se acerca con orgullo a tu bondad,
con una fuerza enorme, increible,
porque tu eres mi razón y mi verdad.
Todo a mi alrededor está vacío,
vivo, en realidad, viviendo en mí
porque tengo ansiedad y tengo frío,
quiero acurrucarme solo en ti.
Mi soledad influye en mi sentido,
que da luz a mi alma solitaria.
Solo quiero esa luz que ha encndido
ilusión en mi vida sedentaria.
   

Heroina.

Me considero heroína
por mi gran longevidad,
en algo no soy mezquina
y ese algo es la edad.
Un mérito conseguido,
sin saber por qué será,
tal vez que Dios ha querido
darme lo que a pocos da.
Es un lujo, en realidad
de extrema preponderancia,
que enerva mi vanidad
y eleva mi importancia.

Mucho mas.

Si la vida nos brindara,
quizás por propio derecho
lo que se necesitara,
se daría todo por hecho.
¿Qué sería de la ilusión,
de nuestra idiosincrasia,
del amor, de la razón,
y de la propia arrogancia?
Una utopía reflejada
por una mente madura,
completamente marcada
por el miedo a la amargura.
A veces, nos olvidamos
de las reglas  ordinarias,
que por cultura adoptamos
por ser mas que legendarias.

Aplomo.

Te vi en la lejanía
y tú no me viste a mí,
una luz que se encendía
y se apagaba por ti.
Un recuerdo todavía.
que quedaba en mi haber,
muy lejano se me hacía
y difícil de  entender.
Cuando menos te lo esperas,
sin saber por qué ni cómo,
de nuevo te desesperas,
porque perdiste el aplomo.

Unión.

Estaré donde tu estés.
si te vas o si te quedas,
si me ves o no me ves,
mientras pueda y tu puedas.
Un espíritu sensato,
para honor de nuestro amor,
con vergüenza y con recato,
como emblema del honor.
Es simbiosis obligada
entre dos seres unidos.
sin obligación a nada,
como ley de los sentidos.

A mi bisnieto Mateo.

Me divierto con tus risas,
con tus juegos, travesuras,
con tus andanzas y prisas,
que son para mi, dulzuras.
Me inyectas sumo placer,
un hormigueo favorable
que envuelve todo mi ser
cual un masaje agradable
Te necesito a diario,
para paliar mis desvelos,
con tu halo extraordinario.
el imán de mis consuelos.
Sin ti, ¿que sería de mí?
Eres un cielo en la tierra,
lo mejor que nunca vi,
quien mis amores encierra.

Disgusto.

Te  gustó y le gustaste,
tan normal como la vida,
pero después observaste
que estabas muy confundida.
Esquivaste su persona,
en sentido figurado
y este revés no perdona,
era un pobre desgraciado.
Que alardeaba de todo
sin apenas tener nada,
si escarbabas en el lodo
desenvolvías su fachada.
Ni por fuera ni por dentro
hacía honor a la verdad,
estaba solo en el centro
de su ingrata realidad.

Estrategia

Nunca entendí  la estrategia

para arreglar los entuertos

que me producen alergia,

sean reales o inciertos.

Solo las impertinencias

ofenden mi educación,

son ciertas equivalencias

parecidas en cuestión.

Las cosas me gustan claras,

expuestas como han de ser,

no me valen las dos caras,

que obligan a deshacer.

Otra cosa es confusión

a la que estamos dispuestos,

sin debida antelación,

que, por error, son expuestos. 

Reveses.

En el revés de la vida,

sin querer, te haces consciente,

como una luz encendida

que se apaga de repente.

Puede durar mucho o poco,

depende de sus comicios.

de si es caliente su foco,

de su valor o principios.

Hay que tener valentía

para en su tiempo encajarlo

sin extrema rebeldía,
lo que  importa es salvarlo.
Todo nace y todo muere,
como la luz de la vida
que acaba cuando ella quiere
o si se viera perdida.

Lentitud.

Me muevo tan despacito,
que llego cuando tu vuelves
y, sin gustarme, lo admito
porque tu me lo resuelves.
Te comprendo y te admiro,
realmente te lo mereces,
porque yo he dado un giro,
a la izquierda, muchas veces.
Quisiera ser como antes,
por desgracia no lo soy,
no importa que te levantes
buscando estar y no estoy.
Puedo recapacitar,
con mas o menos acierto,
lo que no puedo es saltar,
sin poder, hacia otro puerto.

Cada día.

Despierto al amanecer
y espero la luz del día,
es sumamente un placer
que me enerva de energía.
Mas tarde, voy observando
sus rayos y sus reflejos
o las nubes incrustando
su color en los espejos.
En una u otra ocasión,
mi alma se va acoplando
al tic tac del corazón,
que es el que se va alegrando.
Todos los días son iguales,
repletos de sensaciones,
en pautas muy casuales
y en diferentes versiones.
Son madrugadas dichosas,
que dan largas a mi vida,
como el olor de las rosas
y su esencia esparcida.

Amor fallido.

Me enamoré sin saber
de un gallardo jovencito,
que estaba de muy bien ver,
pero era "tartajosito".
Que difícil escucharlo
en tono repetitivo
y después minimizarlo
en sentido positivo.
Este ambiente me produjo,
a mi edad, también temprana,
una sensación de embrujo
que duró una semana.

Olvidar lo malo.

Muchas cosas me han pasado
en el umbral  de mi vida,
aunque algunas no han logrado
ni dejarme sorprendida.
Porque la monotonía
entre el hoy y el ayer
son ilusión y armonía,
que son fáciles de ver.
Cambia solo la intención,
el embrujo de la ciencia,
la paz o la rebelión
y el peso de la conciencia.
En este concepto vivo
o de forma parecida,
siempre en tono persuasivo,
de temor o agradecida.
Cada vez soy mas pequeña
en sentido personal,
pero mi mente se empeña
en no recordar el mal.

Seguir aquí.

Estoy dando tropezones
de subida y de bajada,
son ya tantos escalones
que me tienen mareada.
Antes, bajaba y subía
sin contarlos, juguetona
y ahora por eso daría
lo que vale mi persona.
Poca cosa, en realidad,
pero mucho para mí,
que en mi alta ancianidad
quisiera seguir aquí.

Amor?

Fue un amor, si es que lo fue

y si no lo fue, también,

aunque siempre me quedé,

por suerte, con ese edén.

Un edén claro o ficticio

que mi camino alentó,

cual si fuese un beneficio

que de ilusión me colmó.

¿Para que sufrir sin causa,

si ella no se detectó?

es preferible una pausa

y estudiar lo que pasó.

Se llora si hay motivo

verdadero, fehaciente,

pero al no ser efectivo,

mejor seguir la corriente.