Te vi en la lejanía
y tú no me viste a mí,
una luz que se encendía
y se apagaba por ti.
Un recuerdo todavía.
que quedaba en mi haber,
muy lejano se me hacía
y difícil de entender.
Cuando menos te lo esperas,
sin saber por qué ni cómo,
de nuevo te desesperas,
porque perdiste el aplomo.
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