Ensimismada contemplo
la nieve, en su caída,
cual si estuviera en un templo
de blancura suspendida.
Una estampa tan hermosa,
como el fulgor de la luna,
como la flor de la rosa,
como un bebé en su cuna.
Si algo es bello, contemplarlo,
pues la mirada refleja
sensibilidad algozarlo
y al subconsciente despeja.
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