Estamos en VIERNES SANTO,
un día reivindicativo,
con su silencio y su llanto,
altamente imperativo.
La fe, sin querer, se enciende,
dándonos paso al dolor
y del fondo se desprende
un extraordinario amor.
Días lúgubres, en calma,
que te hacen reflexionar
a perdonar con el alma
cuanto te hicieron penar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario