miércoles, 19 de diciembre de 2018

Capa de armiño.

Una vez, había un niño
hijo de un rey poderoso,
que con su capa de armiño
se hizo superfamoso.
Por su reino paseaba
en su capa escondido
y a sus fieles visitaba,
de casa en casa, atrevido.
A todos les ofrecía
su cariño y su sonrisa,
mas todo lo que podía,
siempre de buena guisa,
Todo el reino lo adoraba,
por su enorme sencillez;
con otros niños jugaba
sin mínima altivez.
Solo su "tata" sabía
sus múltiples relaciones
y, atenta, lo consentía
por ser buenas sus gestiones.
En su pueblo, fue creciendo
y a ello se acostumbró,
tanto que acabó eligiendo
a una plebeya, que amó.
Se casaron con gran boato
y todo el pueblo asistió,
con  el mas dulce recato,
hasta que, al final, reinó.

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