Nuestros deseos de amar
luchan con la indiferencia,
es muy difícil llegar
a esta extraña negligencia.
Tropezamos con descaros,
en tono despreciativo,
falta la palabra "amaros"
que sería lo positivo.
Estamos mas encauzados
a luchar por los favores,
sin alma, reivindicados
por sus rentables valores.
Parece que lo importante
es basarse en cantidad,
el amor no se comparte
y no hay felicidad.
Ese sano ofrecimiento
de dar sin derecho a nada,
es tan solo un cumplimiento
de "La princesa y el hada"
Es envidiable soñar,
recuperar ilusiones,
esto nos hará alcanzar
los mas diversos colores.
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