Un día de paz y gloria,
como pocos en mi vida,
de verdadera euforia,
que me dejó sorprendida.
Se habló de la senectud
abordando en sus cuidados
para alentar su salud
hacia terrenos logrados.
Y luchar contra el despego
de una precisa ayuda,
aunque se pueda el entrego
para solventar la duda.
Me sentí identificada
entre tantas cuidadoras
y además muy halagada,
por ser tan benefactoras,
Al final, me sorprendieron
con una poesía mía,
que en la pantalla pusieron,
¡El broche final sería!
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