Estoy bien, si tú lo estás,
porque tu vida es mi vida
y disfruto mucho más
por sentirme tan querida,
como lo estoy yo por ti,
de un enamorado ciego,
lo que me das tú a mí,
por eso en nadie relego.
Tienes un don especial,
tan dulce, tan atractivo
y un conjunto, en general,
que roza lo llamativo.
Agradezco tu esplendor
en cualquier paso que das,
como una especie de olor,
por cualquier parte que vas.
Un tratamiento exquisito
que aplaudo constantemente
ya que raya en erudito,
por tu estilo y por tu mente.
Mi suerte está ya echada,
no hay nada que nos separe,
pues me siento alucinada,
porque el cielo nos ampare.
No hay comentarios:
Publicar un comentario