Justícia.

Me molesta el desajuste,
hay que obrar en consecuencia,
procurar que no se frustre
nuestra endeble resistencia.
Ser justo no es complicado,
es una acción natural,
en consecuencia, adecuado
a cualquiera, en general.
Sin entender el problema
no debemos de juzgar,
ahí está el dilema,
la justícia es la ejemplar.
Por lo importante que seas,
siempre habrá un superior
que analice lo que creas
y a él hay que hacerle honor.
Hay árbitros de equidad
en los casos complicados,
que detectan la verdad
y ellos serán los buscados.
Si todo se desarrolla
con normal facilidad,
será la mejor argolla
para la cordialidad.
Esperemos que así sea
y evitar enfrentamientos,
mi corazón lo desea:
de obligado cumplimiento.

Perdonar.

Cuando la vida se tuerce
cuesta mucho enderezarla,
el alma se enrarece
y nos cuesta despertarla.
Ahora tu estás herida,
pensando en lo que perdiste,
deja esa acometida
y procura arrepentirte.
Te pido lo imposible,
quizás lo yo no haría,
pro en tí será posible,
que aún amas y confías.
En la vida, los reveses
se nos dan día tras día,
por amor, por intereses
y has de obrar con valentía.
Lucha por lo que perdiste,
que todavía tiene arreglo,
si lo hizo o lo hiciste,
¿qé importa?, hay que vencerlo.
Porque el amor sigue vivo
y puede brotar de nuevo,
no debe ser posesivo,
pero sí menos activo.
Pedir perdón, no ofende,
estamos equivocados,
al contrario, engrandece,
y a ello estamos abocados.

Truque.

Estuve, un tiempo, dormida,
como si no despertara,
soñaba entretenida
con lo que más me gustaba:
En la vida placentera,
llena de ocio, de amores,
la única verdadera,
enmarañada de flores,
en la tierra y en el mar,
este último, mi amor,
sin él, no podía versar,
era mi mas grato olor.
Todo esto, lo he labrado
en un año y otro año
y nunca había logrado
el mismo placer de antaño.
Con lo que antes soñé,
que tanto me satisfizo,
hoy, con ansias, lo borré,
quiero lo que no se hizo.

Línea roja.

No hace falta meditar
si hay unas líneas rojas
por las que debes pasar,
no por las que tú escojas.
El pensamiento se niega
a opinar en el momento,
difícil, casi te ciega
la crisis y sufrimiento.
Sigue la pauta, no más,
te guste o no te guste,
el final ya lo verás,
es una cuestión de ajuste.
Cuando las líneas se crucen
y acabe esta posición,
los problemas se reducen
y abordaras la sesión.

Visitas.

Me espera el dermatólogo
y luego el otorrino,
pronto el oftalmólogo,
un recorrido anodino.
Así iré restaurando
algunas de mis tendencias,
para ir adelantando
las otras muchas dolencias,
que las debo de cuidar
para alargar mi presencia
y poder modernizar
mi estado y mi vivencia.
Tomo mis medicamentos
que ya están programados
y como los alimentos
anteriormente ajustados.
Esta es mi forma de vida,
que debe ser cotidiana
y la apruebo agradecida,
aunque se está haciendo "arcana".

Recreo.

Hoy, como cada día,
desayuno distendida,
en una cafetería,
que suele ser la elegida.
Aquí leo, aquí escribo,
un lugar apetecido,
donde cariño recibo,
un albergue de mi nido.
Esto es lo que mas deseo,
lo único que me anima,
es mi inmenso recreo
al salir de mi rutina.
Se acabó mi diversión,
lo demás todo es disturbio,
no pierdo esta ocasión
que se aleja del suburbio.
Si me quitan este rato,
sería como un castigo,
como perder el recato
o enfadarme conmigo.

Cabal.

Hoy, lo mismo que ayer,
multiplico mis saberes
para aumentar mi deber,
incluyendo mis enseres.,
que debo solucionar,
comprendiendo lo que pueda,
y poderos agradar,
levantándome la verda.
Ahora, es difícil lo facil,
pero tampoco umposible,
escogeré lo más grácil
y lo haré mas permisible.
Sin pensar, el lápiz corre
como si otro lo mandara
y no quiere que lo borre,
porque, quizás, se cerrara.
Acéptenme como soy:
sensible en demasía,
pero cabal siempre estoy,
y preocupada, a porfía.

Frustración.

No sé que voy a rimar,
pero algo encontraré,
para saciar o alternar
lo mucho que ya rimé.
Si no rimo es que no valgo
para lograr mis deseos,
porque, para mí, será algo
seguir con mis escarceos,
de la propia inteligencia
que te priva del contacto
con tu grata complacencia,
pués se destruye en el acto.
Lo único que sé hacer,
aunque sea con deficiencia,
sería un enorme placer,
conjugarlo con la ciencia.
Poco a poco, voy restando
todas mis ilusiones
y, también, las voy quemando
hasta nuestras conmociones.
Sin darme cuenta he glosado
algo de mis sentimientos
y lo doy por bien labrado,
para lograr mis contentos
La vida se desenvuelve
bien a gusto. o a disgusto
y eso solo se resuelve
si la mente no la frustro.
´

Hojarasca.

Las hojas secas me anuncian
que cambiamos de estación
y, con agrado, denuncian
una buena aparición.
Son un placer concedido
a mi andar, que continúa,
sumándole lo vivido
a mi larguísima rua.
Es la cuarta estación
que me da la bienvenida,
con la misma sensación
de una vela encendida.
Que sigue dando su luz,
tenue, pero persistente,
con aromas de salud,
altamente conveniente.

Odio.

En los años que he vivido,
muchas cosas aprendí,
que las guardé en el olvido
y ahora están lejos de mí,
Las que ahora estoy viviendo,
tan duras y expectantes,
las estoy encubriendo,
porque son alucinantes.
Esas, siempre quedarán,
con fuerza, en mi memoria,
jamás se me olvidarán,
por su maldad y su euforia.
Y mentira me parece
que el odio se haya explayado
con tal fuerza, que merece
un tono acentuado.
Todavía, me ha sorprendido
el carácter agresivo
que jamás había entendido
y, hoy, extrañada, percibo.

Mal momento.

Ahora estamos sentenciadas
a todo lo que nos echen
y, mas que nada, agotadas
de que también se aprovechen.
Un delirio aborrecido
de robos y de maltratos,
casi, casi, consentido
por sus fuertes arrebatos.
Me siento desprotegida
porque estoy en condiciones:
endeble y aturdida
por insanas concesiones.
Siempe gana el poderoso,
por su fuerza en cantidad
y pierde el bondadoso,
por su generosidad.
Soy rica en condiciones
y a ellas me acato
y pobre en decisiones,
aunque de ello me percato.
La fuerza espiritual
nos da un buen resulado,
pero nunca material
porque eso lo tengo ajado.
La psicología te ayuda
a conocer al contrario,
con una pequeña duda:
que pueda ser arbirario.

Machismo.

Te casaste con la idea
de formar una familia
y te convertiste en rea
de una constante perfidia.
Un día y otro día,
un año y otro año
y el tiempo se convertía
en un trascendente engaño.
El era altivo, altanero,
altamente egocentrista,
su yo era arrabalero
y, sobre todo, machista.
Te cautivó su presencia,
de elegancia coronado,
pero de tan mala esencia
que a ella estaba anclado.
Tu imágen es el retrato
de una mujer perdedora,
debido a su mal trato
y a no ser nadie ahora.

Resabio.

Cuando el amor no se siente,
eres persona perdida
en un abismo constante,
cual si estuvieses dormida,
que parece está en declive,
no hay cercanía con la gente,
distantes, así se vive,
en otro lejano frente.
Hay un resabio constante
dentro de la multitud,
otra cosa hay por delante,
que anula hasta la virtud.
Siempre sera bello amar,
incluso a contracorriente,
si es que quieress respirar,
a fondo, correctamente.
Amar a los adversarios.
es princípio, equivocado,
inicia los comentarios
y piensa en loss resultados.
Todos queremos lo mismo,
es una ley natural,
labremos el optimismo
y amemos en general.

Nostalgia.

Anda y quítale nostalgia,
al pasado, en tus vivencias,
hoy día tienes mas constancia
de actuales evidencias.
El pasado se vivió
como tuvo que vivirse,
desde entonces varió
y ahora hay que rendirse.
Actúa como has de actuar
en cualquier actividad,
te pueda o no gustar
y alza tu debilidad.
Respetemos los princípios,
que eso es elemental
y no niegues sus auspicios,
síguelos, en general.

Remedio.

Sumamos y ni restamos
improperios a la vida
que de injusta la tratamos,
sin curación concedida.
No hay remedio para nada,
todo está enmarañado,
la guerra está encauzada
y el trauma desconcertado.
Debemos ser positivos
y ver el mundo al revés,
en principio constructivo
y, luego, habrá un después.
Somos siempre prioritarios
de lo malo y lo peor,
un lema originario
de desbordar lo mejor.
"Todo llega y todo acaba"
este es un sabio consejo,
la paciencia es la que labra
la labor, como un espejo.
En esto, soy positiva
y creo la normalidad,
que vuelve a ser constructiva.
¿Hay que vivir con piedad!

San Pedro.

Me gustaría que San Pedro,
como portero real,
se ocupara de su cedro,
como actuación magistral.
Tuviese serios contactos
con las personas mayores,
ofreciéndoles los datos
de bellos alrededores,
para darles un alivio
del tiempo que necesita
para aceptar el concilio
de nuestra oscura visita.
Tal vez, sería inferior
nuestro  anhelo en visitarlo,
porque sabríamos mejor
el día en encontrarlo.
Dios ordenó su retablo,
con orden extraordinario
y yo debo de aceptarlo,
con alegría, sin resabio.

Para Ungrid.

Ser la reina del mercado,
obedece a tu destreza
en la venta del pescado
y a tu innegable belleza.
Parece que estás anclada
a tu trabajo diario,
con alegría redomada,
supliendo lo necesario.
Sutil en tu gentileza
por la forma de vender,
que es pura naturaleza
lo que sabes ofrecer.
Tiempo ah, nos conocimos
y siempre has respetado
el apego que sentimos.
¡A amigas hemos llegado!

Solvencia.

Los años me desentrenan
en multitud de factores
y, sin querer, me condenan
a otros tantos detractores,
que se evadir, en conciencia,
todavía por mi cerebro,
que rige, con eficiencia
y este placer lo celebro.
Soy la reina de mi casa
y elijo las consecuencias
del rigor que en él se basa,
en honor de preferencias.
y fuerte en el terreno
que aún puedo enfocar,
con el ánimo sereno,
lo que se pueda labrar.
Todavía me toca a mí
resolver pagos y bancos,
que aún quiero presidir;
soy como una de tantos.

Naderías.

Sufrimos por cualquier cosa,
quizá es poco en nuestro algo;
el sufrimiento rebosa,
tal vez, porque nada valgo.
Soy extrasusceptible
a cualquier sentimiento,
me sumerge en lo increible
y me hundo en el momento.
Hay que llegar a mis años,
quizás para averiguar
nuestros indecibles daños,
que nos hacen suspirar.
Mis ansias son extremadas
de urgencia y de cariño,
doblemente arraigadas
por el sentimentalismo.
Para mí, todo es sensible,
en lo malo y en lo bueno,
al instante imprevisible,
en lo triste y en lo ameno.
Soy feliz por tonterías,
lo mismo que desgraciada,
me afectan las naderías
y a ellas estoy atada.

Que despertar...

Que alegría al despertar
con mis bisnietos encima¡
es algo para alegrar,
no para que llore y gima.
Pocas veces se produce
un placer tan innegable
y esto, a mí, me conduce
a estar, hoy, formidable.
Este choque de edades
tan sutil e inesperado,
digno de felicidades
que jamás fuera igualado.
Saqué fuerzas de flaqueza
para estar en consonancia
con esta enorme grandeza
que raya con la arrogancia.

Visitas.

Siempre espero mis visitas,
más si están lejos de mi,
estos encuentros, sin citas,
son perfectos entre sí.
Es triste la lejanía
y mas tristes sus ausencias,
mucho más que desearía:
que aumentaran sus presencias.
El contento es relativo,
nunca es mucho o demasiado
si llega a ser efectivo,
porque, siempre, es ansiado.
Hoy, estaré satisfecha
por la visita de cuatro
y recordaré la fecha,
más que si voy al teatro.

Exigente.

Soy exigente conmigo
en todas las circunstancias,
demasiado me castigo
por endebles relevancias.
Cualquier palabra la cuido
con la idea de no ofender,
por ser fiel a lo que digo
y ese es mi mayor placer.
Así siempre me mantengo
feliz por mi proceder;
muchas amigas tengo
que alaban mi parecer.
Tampoco me desmerecen
por mi actual procedencia,
al contrario, me enaltecen,
tan solo, por mi presencia.