Cuando la vida se tuerce
cuesta mucho enderezarla,
el alma se enrarece
y nos cuesta despertarla.
Ahora tu estás herida,
pensando en lo que perdiste,
deja esa acometida
y procura arrepentirte.
Te pido lo imposible,
quizás lo yo no haría,
pro en tí será posible,
que aún amas y confías.
En la vida, los reveses
se nos dan día tras día,
por amor, por intereses
y has de obrar con valentía.
Lucha por lo que perdiste,
que todavía tiene arreglo,
si lo hizo o lo hiciste,
¿qé importa?, hay que vencerlo.
Porque el amor sigue vivo
y puede brotar de nuevo,
no debe ser posesivo,
pero sí menos activo.
Pedir perdón, no ofende,
estamos equivocados,
al contrario, engrandece,
y a ello estamos abocados.
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