Soy, como dijo mi madre,
con entera comprensión,
que era un calco de mi padre,
yo creo que se equivocó.
Él era un santo varón:
inteligente, gracioso
de excelente condición
y, en exceso, cariñoso.
Aprendí de él muchas cosas,
todo era interesante,
para mi maravillosas,
era bueno en cada instante.
Se desvivía por cualquiera.
en especial por su esposa,
por sus hijos, como fiera,
aún, siendo como la rosa.
Todo se hacía con decoro,
sin palabras discordantes,
por eso, tanto añoro
sus ejemplos expectantes.
Ojalá fuera verdad
que a él me pareciera,
sería una divinidad,
ser como él lo fuera.