A veces, nos obcecamos
por una sola idea
y, a la fuerza, la sacamos,
porque trastornos nos crea.
Hay que seguir observando
con pertinente exigencia,
que, luego, irá recalando
en nuestra propia vivencia.
Fuera lo que no conviene
y estructuremos el ego
de la forma que deviene,
para que no siga ciego.
Palabras edificantes,
dignas de palabrería,
que debían ser redundantes,
para un día y ogro día.
Seamos mas exigentes,
no lo tomemos a risa
y empecemos, diligentes,
lo que la vida precisa.
¿Quién soy para dar lecciones,
si soy una entrenadora
que reta en estas dicciones?
Una vieja, soñadora.
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