La vida, se nos ofrece
gratis, con todo esmero
y, sin querer, aparece,
¡no es cuestión de dinero!
Unas cortas y otras largas,
depende del Mas Allá
y de la forma de usarlas,
pues, como vienen, se van.
No se sabe, nunca, cuando.
se incluye con misterio,
que está, siempre, amenazando,
sobre todo, muy en serio.
Lo normal es que nos llame
cuando está en su madurez
y, entonces, ya se proclame
con la sentencia, tal vez.
Todo encaja por normal,
de niño nos lo enseñaron,
como ciclo natural,
sin pedirlo, sin mandarlo.
Como es normal, no preocupa,
cuando llegue, llegará,
no se mira ni con lupa,
si viene, se abrazará.
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