viernes, 21 de noviembre de 2014

Juventud, senectud.

Cuando te tuve, sonrisas,
lágrimas si no te tengo
y, en el tiempo, el voy y vengo,
se confunden mis premisas.
Todo es efímero, vano,
la lágrima y la risa,
emergen, con micha prisa
y las pierdo o las gano.
Los años, te hacen sensible,
varían tus sentimientos,
incluso, tus movimientos,
se centran en lo imposible.
No es quejarme lo que quiero,
hablo de una realidad
y hago honor  la verdad,
aunque, en el fondo, difiero.
Las costumbres, variadas,
el tiempo las distorsiona
y la vida las abona,
cuando son seleccionadas.
Hay una gran diferencia,
tocante a la juventud
y a la alta senectud,
a la que hago referencia.
Aunque, bien se puede ser
afortunado, en esencia,
o infeliz en la existencia,
luchamos por el placer.
          *****
Abanico, pintado por mí.

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