Soy feliz, porque amo a mi bisnieta
y porque ella, también, me quiere a mí.
Fui feliz el primer día que la vi.
Broche de oro, que mi vida completa.
No hay otra sensación, ni meta,
más esperadas de cuantas viví.
Es mi perla, mi rosa, mi rubí,
mostrándome, quizás, algo discreta.
Pero si, ha elevado mi alma
a un plácido y sencillo bienestar,
que me inyecta ilusiones y calma.
Con su gracia y alegre caminar,
día a día, se lleva la palma
y a mi me ayuda a avanzar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario