El mar es mi ilusión, es mi alegría
y su contemplación me enervaría,
hacia un mundo interior, escuetamente.
En su contemplación, sería mi mente
liberada de toda algarabía.
Con la luna y el sol, yo moraría,
elevando mi propio subconsciente.
El cielo extendería su bello manto,
sobre mi cuerpo, endeble y cansado.
¡Todo a mi alrededor, sería un encanto!
Olvidaría mi presente y pasado
y a mis ojos, no los dañaría el llanto.
¿Soy ilusa o, acaso, lo he soñado?

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