Me encontré con un perro en mi camino,
de una innata belleza, inteligente,
piropeado por toda la gente,
pastor belga, de pedigrí ladino.
Hace honor al lugar de donde vino,
de su magia visión, siempre presente
y su mágica estampa, sorprendente,
de pelo azabache, tunecino.
Jamás, fuera un can de mi agrado.
Por el miedo, me resistía a tocarlo,
hasta que llegó Lord, mi bien amado.
Hoy, me entusiasma abrazarlo,
me congratulo por estar a su lado.
Para vuestro placer, voy a mostrarlo.
*********
No hay comentarios:
Publicar un comentario