Me adentré en un laberinto,
caminando, como ilusa,
en aquel amplio recinto,
enajenada, confusa.
Hora, tras hora, intenté
acarar mi situación
y, entre arbustos, busqué
como hallar la solución.
Mas, enervada mi mente,
conseguirlo, me impedía
orientarme en ese ambiente
y, cada vez, mas sufría..
Hacia el frente, me movía
y no encontraba salida.
Hacia la izquierda, volvía
y ya, triste y compungida,
a la derecha, encontré
un angosto vericueto,
que, con miedo, transité
y, en él, estaba el secreto
Corrí hacia la salida,
como un gamo, una pantera
y allí, caí desvalida
y olvidé tan larga espera.
Fue, una mas de las vivencias,
que sumé a las ocurridas
y una de las experiencias,
que, ya, estaban escondidas.
.
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