El corredor de la vida
se alarga sin saber cuanto,
es una nave tendida
cubierta de un bello manto,
donde te encuentras atada
a un incierto porvenir,
que te alegra o enfada
según fuere tu vivir.
El mío, es largo y tendido,
agradable en general,
cada día más extendido
hasta que llegue el final.
Es un placer avanzar
y, sin prisa, disfrutarlo.
Me enorgullece pensar
que el sendero será largo.
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