El talismán de la vida,
aunque mucho lo busqué,
nunca me dio la venida,
quizá, algún día lo veré.
Lo necesité en un tiempo
y no pasó por mi lado,
ni siquiera con el viento
y ya me fue denegado.
Si lo encontrara ahora,
quizá, lo regalaría,
ya no hay motivo ni gloria,
ni de alivio me servía.
Mi talismán son los años,
que, día a día, me enseñaron,
con alegrías y con daños,
vivencias que marcaron.
Ya estoy retratada,
con abundancia experiencia,
que estoy ya consolidada,
dentro de la propia ciencia.
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