domingo, 28 de diciembre de 2014

Analizar.

Estaba, el otro día, analizando,
el por qué y el cómo de las cosas,
cuando, oliendo el perfume de las rosas,
desvié lo que estaba meditando.

Hacia un mundo, totalmente, real:
el mar, el cielo, la naturaleza,
resplandecientes y de tal belleza,
que se asoman a mi ambiente ideal.

De las flores, absorbo sus olores,
su fragancia, me mueve, me extasía
y, ¿cómo no?, sus hermosos colores.

No quiero analizar, en este día,
tan sólo, envolverme en albores,
que, a mi juicio, es lo que prefería.

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