Hoy, tu onomástica es,
cariño mío, precioso
y, ahora prefiero, a después,
por tu trato cariñoso,
este presente ofrecer,
para que estés guapetón,
si cabe, hoy más que ayer
y te alejes del montón.
Aunque, para mí, has estado,
siempre, en lugar preferente,
pues, mi amor te ha situado,
el primero entre la gente.
Soy feliz, cuando te miro,
con las "Nina Ricci", claro,
pues, mis pupilas las giro,
como de Calella, el faro.
¡Y hay que ver, como te veo!.
Difícil es de explicar,
lo que en tu semblante leo
y en tus gestos, sin hablar.
Espero sea de tu agrado
y así me lo manifiestes.
La verdad es, que había pensado,
que, algún día, me lo prestes.
Si lo hemos de compartir,
absolutamente, todo,
incluiremos el vestir,
pues, a ello, me acomodo.
¿Te parece bien, mi amor?
¿Puede ser mí lo tuyo?
¿Me merezco ese favor
o, solamente, lo intuyo?
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