domingo, 4 de enero de 2015

Año Viejo, Año Nuevo.

Un castillo, medieval,
fue mi cuna, el año nuevo,
preciosa, espectacular,
un placer, que se lo debo
a  mis hijos, sobre todo,
por su gran delicadeza.
Unidos, codo con codo,
destaparon su grandeza,
extraordinaria, interior.
Con esmero, me arroparon,
me rodearon de amor
y, otras vez, me demostraron
su espíritu emocional.
Fui feliz, holgadamente,
todos, dentro de un dedal,
abiertos al subconsciente.
Espero, que siga el año,
tan lindo como empezó..
todos juntos, en un baño
de paz,  que nos envolvió.

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