Estuve enamorada, hace unos años,
con toda el alma, con todo el corazón,
dí todo lo que tuve, sin engaños
y un día, sin quererlo, nuestro amor terminó.
No hubo disputas, ni quejas, ni rencores.
El azar, fue causante de la separación,
el que yo culpo hoy y sé que otro amores,
también, lo habrán culpado, por la misma razón.
Entonces, yo creí que el mundo se acababa,
continué con vida, pero vivía muriendo,
se perdió, para siempre, lo que yo más amaba
y a nadie le deseo tan hondo sufrimiento.
Y así, un día tras otro, seguía en las tinieblas,
encerrada en mi misma, formé un caparazón,
para ocultar mis llantos, mis recueros, mis penas,
sin querer, que en mi alma, volviera a entrar el sol.
Los años transcurrieron en la misma postura,
sin dar un solo paso hacia el mundo exterior,
me complacía sentirme en estrecha clausura,
sin compartir, con alguien, mi profundo dolor..
Hoy, recuerdo el pasado, con incredulidad,
el tiempo, se ha encargado de volverme a la vida.
Mentira me parece, que fuera realidad,
estar en la penumbra esos años metida.
Una persona ha sido, la que me ha rescatado,
de este terrible abismo, condenada a caer.
No sé de qué manera, pero, sé que ha logrado,
que haga frente a la vida, con enorme placer.
Que me sienta, de nuevo, feliz y confiada,
como entonces lo estuve o, quizá, mucho más,
tanto, que ya no dudo que estoy enamorada
y que no volvería, otra vez, hacia atrás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario