viernes, 23 de enero de 2015

Extraña posición.

Si tu no puedes darme lo que yo necesito,
si tu a mi no te debes, como quisiera yo,
no entiendo que me exijas, con tanto requisito.
Estoy penando en ello y, por más que analizo,
no acabo de ver clara tu extraña posición.
Tú, para mi eres todo y a ti solo me debo,
porque me lo has pedido y yo lo quiero así,
sin embargo, muy triste me pongo cuando veo,
que no me correspondes como yo, por entero,
que con otra persona me compartes a mí.
Mientras todo transcurre de la mejor manera,
me olvido de tu estado y me siento feliz,
mas, si surge un tropiezo, por pequeño que sea,
repercute en mi alma y ya no tengo espera,
para ponerme triste y empezar a sufrir.
Por ser exclusivista, no puedo conformarme
a compartir con otra tu forma de vivir.
Aunque, por muchas veces, llegaste a asegurarme
que solo a mi me quiere, que no vas a engañarme,
no me basta con eso, te quiero para mi.
Como se que no tienes suficiente valor,
para gritar al mundo lo que sientes por mí,
sé noble, por lo menos y evítame el dolor
de vivir compartiendo lo que llamas amor.
No lo soporto más, ¡aléjate de mi!

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