Por unos días, cambio el rumbo,
(mi rutina, tiene espera),
por lo menos, me acostumbro,
a vivir, de otra manera.
Y en otra nueva ciudad:
Madrid, que es acogedora,
harta en generosidad,
donde mi bisnieta mora.
Un viaje, programado,
para emprender mi andanza,
en ambiente deseado,
lleno de amor y añoranza.
A mi edad, es complicado,
el trajín de este viaje,
pero, ¡era tan ansiado!,
que no me importa el peaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario