En nuestro fuero interno, se concentran,
variedad de extrañas sensaciones,
que pululan, entre sus mutaciones,
para alertar en que lugar se encuentran.
Algunas, endiosadas, se centran,
repletas de lujos y diversiones,
para albergar, con creces, ilusiones,
que, con algarabía, se demuestran.
Joyas, de esplendor y colorido,
y espejos de luces y poderío,
que enervan nuestro endeble sentido.
Y otras, de color indefinido,
que enarbolan desventuras y frío,
se esconden en lugar desprotegido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario