Conservar el amor, ya no es costumbre,
se resiente por mínimas cuestiones,
a veces, arbitrales discusiones,
encienden la aversión, como la lumbre.
Ya no existe la simbiosis, que alumbre,
ese bipartidismo de ilusiones,
que unía a ambos corazones,
por tiempo indefinido, ¡incertidumbre!
El aguante, la paciencia de antaño,
es difícil hallarla, en esta era,
se va debilitando, año, a año..
Y se va derritiendo, cual la cera.
No hablo en plural, ni de un engaño.
Solo algunos, están en esa esfera.
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