Cuantas veces he pensado
que me necesitarías,
pero tu orgullo, acendrado,
en vez de acercarte huías.
¿Por qué esos pensamientos
tan adversos a mi ayuda,
sin previos conocimientos,
te sumergiste en la duda?.
Ya es hora que comprendas
que mis deseos son constantes
y necesito que vuelvas,
enseguida, cuanto antes.
Entiende que mi amistad
es formal y duradera
y te quiero de verdad,
soy sumamente sincera.
Por consiguiente, ante ella,
a la inversa sería igual,
es la costumbre mas bella:
la de ser tal para cual.
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