Cuando me necesitaste
no te movías de mi lado,
casi casi me amarraste
a tu deplorable estado.
Pasabas por un mal trance
y palié tu soledad
estuve siempre al alcance
dándote tranquilidad
A la larga, te casaste
y encontraste un buen marido,
ya no me necesitaste
y me lanzaste al olvido.
Hizo mella en mi persona,
y el tiempo la perdonó
la indiferencia es ahora
lo único que me quedó.
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